Recomendaciones para el postoperatorio de la Timpanoplastia
- Juan Camilo Ospina
- 29 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 31 may 2020

La TIMPANOPLASTIA, o reconstrucción de la membrana timpánica, es una cirugía muy bien tolerada, pero requiere de algunos cuidados especiales para que la recuperación sea rápida y satisfactoria.
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para realizar este procedimiento. De esto dependen en gran parte los cuidados en el posoperatorio.
En algunos casos, el(la) paciente, saldrá con un vendaje en la cabeza, que casi siempre se retira al día siguiente en el consultorio.
Los medicamentos deben ser administrados puntualmente durante el número de días especificados en la fórmula.
El ungüento (ácido fusídico, gentamicina o mupirocina) debe ser aplicado detrás de la oreja, sobre la herida quirúrgica, de estar presente en ese sitio, cada 12 horas, por 2 semanas, después de retirado el vendaje.
La herida puede lavarse con cuidado con agua y jabón.
Las actividades acuáticas están restringidas hasta nueva orden.

En lo posible, el paciente operado de timpanoplastia no debería viajar en avión o salir de la ciudad hacia lugares en diferente altitud sobre el nivel del mar, durante al menos las primeras 2 semanas después del procedimiento. Los cambios de presión pueden afectar el resultado de la cirugía.
La actividad física está restringida en el período postoperatorio. Debe evitarse la realización de ejercicios físicos, especialmente los que impliquen uso de fuerza excesiva. Además, un trauma menor, como un balonazo o una caída, pueden afectar negativamente el resultado de la operación.
Unas gotas óticas le serán prescritas el día de la cirugía, pero serán iniciadas 1 semana después del procedimiento y serán continuadas hasta nueva orden.
Es de crucial importancia que el paciente no se suene la nariz, porque se puede desplazar el injerto.
De igual manera, si el paciente tiene ganas de estornudar, debe hacerlo sin taparse la boca ni la nariz, para evitar cambios bruscos de presión dentro del oído. No debe cohibirse el estornudo!!
Durante la cirugía, el oído es taponado con una sustancia gelatinosa que se impregna con sangre. Ésta puede ir saliendo espontáneamente poco a poco. No debe intentarse el retiro de este material con copitos ni ganchos. A menor manipulación del conducto auditivo, mejor es la probabilidad de éxito.
En algunos casos, en menos del 10%, los pacientes pueden requerir reintervenciones, cuando hay re-perforación del tímpano posterior a la cirugía.
Debido al vendaje y al taponamiento del oído, los pacientes referirán que no oyen bien. Esto es esperable, en virtud del efecto oclusivo del material que se deja en los oídos. La mejoría de la audición es evidente unas cuantas semanas después del procedimiento.
La asistencia a los controles periódicamente es fundamental para poder realizar un seguimiento clínico adecuado.
Dr. Juan Camilo Ospina
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